58 años de la gesta de mayo de 1958

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Aunque para muchos panameños talvez la historia patria le es irrelevante, vale la pena recordar que hace cincuenta y ocho años los estudiantes de los diversos colegios secundarios, bajo la consigna de “más escuelas y menos cuarteles”, enarbolaron las banderas de luchas exigiendo el derecho a la organización estudiantil, el respeto a sus ideas, y el cese de la represión constantes contra las organizaciones populares del país; de igual forma condenaban la corrupción politiquera en el aparato educativo y denunciaban la profunda injerencia de la política norteamericanas en la estructuración curricular de los planes de estudios.

Frente a esa realidad coyuntural, bajo las banderas de la otrora Federación de Estudiantes de Panamá (F.E.P.) y la Unión de Estudiantes Secundarias (U.E.S.) representada por el Instituto Nacional, Colegio Artes y Oficios, Esc. Profesional Isabel Herrera de Obaldía, Instituto Fermin Naudeau, Instituto Istmeño, Liceo de Señoritas (Remón Cantera), Instituto Justo Arosemena, Instituto Nacional de Agricultura, Esc. Normal Juan Demóstenes Arosemena, Colegio Félix Olivares, Colegio Abel Bravo y el Instituto Moderno asumieron la responsabilidad de actuar.

Frente a la negativa e incapacidad del gobierno de turno en actuar responsablemente a favor de los intereses de pueblo panameño, los estudiantes se organizaron para convocar grandes movilizaciones estudiantiles a nivel nacional, mismas a las que se unieron las organizaciones estudiantiles de la Universidad de Panamá, el partido del Pueblo y el pueblo panameño que se solidarizó espontáneamente con la lucha de los estudiantes.

Estas movilizaciones y acciones legítimas de los estudiantes en aquel entonces, fueron violenta y brutalmente reprimidas por la Policía Nacional en aquella época, dando como resultado ochopersonas asesinadas y centenares de manifestantes gravemente heridos. Acontecimiento que fue denunciado nacional e internacionalmente y que se anexó a las páginas de la historia patria.

José Manuel Araúz (primer mártir de esa gesta), Rolando Jiménez, Belermina De León, Miguel, Batista, Eduardo Oscar Girón, Luciano Paz, Héctor Gómez Díaz, Oswald Campbell, Manuel De Gracia y Luisa Barnett; fueron aquellos jóvenes asesinados durante la gesta de 1958, bajo el mandato presidencial de Ernesto De La Guardia, quien ordenó aquella represión cuando el movimiento estudiantil panameño se lanzó a las calles a demandar mejores condiciones de estudio y por una educación democrática popular y científica.

En aquel entonces el pueblo panameño y su juventud estudiosa en medio del luto y dolor por los asesinatos cometidos, asumieron con dignidad y valentía, honrar a sus mártires caídos en la lucha y frente a sus tumbas hicieron un juramento, que a la letra dice: "Juro luchar con toda mi capacidad por la dignidad del hombre, por la cultura, por la justicia, por la libertad, por el derecho a vivir en paz, sin miedos y sin amenazas, en un mundo donde impere limpiamente la democracia y la solidaridad humana, y que en Panamá significa la salida de los tres comandantes”

Días después retomando las banderas de lucha y en honor a los caídos, lograron el denominado “Pacto de la Colina”, firmado en la Universidad de Panamá en cuyas demandas exigían:

☆ Resolver la crisis de la educación panameña en ese entonces

☆ Renuncia de los comandantes de la policía nacional, que liderizaron la represión y los asesinatos.

☆ Renuncia del Ministro de Educación, Víctor Juliao, por incompetente

☆ Indemnización para los heridos y deudos de los mártires

☆ Destinar mayor presupuesto a favor de la educación panameña.

☆ La construcción de nuevos planteles, a nivel nacional, entre otras demandas y reivindicaciones legítimas.

Han pasado 58 años de aquella inolvidable gesta, hay tareas pendientes y aún son evidentes los múltiples problemas existentes en el sistema educativo, los reclamos y reivindicaciones de los estudiantes, los educadores y padres de familia. Son apremiantes las necesidades y exigencias por mejoras en la calidad de enseñanzas, en las infraestructuras y tecnologías en los planteles educativos, mejoras salariales y pagos pendientes a los educadores, el aumento de la violencia y delincuencia en los planteles, entre otros aspectos de importancia vienen demandando respuestas inmediatas, pero que en la agenda del gobierno actual y de los anteriores ha estado ausente.

A nuestro modo de ver el escenario actual, considero que, corresponde a los estudiantes de hoy retomar las banderas de lucha de forma organizada para exigir respuestas y soluciones en los planteles escolares ya que esto debe ser una prioridad del gobierno como administrador del Estado, para resolver la actual crisis existente en el sistema educativo, que le garantice una educación de calidad a las actuales y futuras generaciones estudiantiles del país.

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